martes, 12 de febrero de 2013

Primero: LA ¿Muñeca?

Era un jueves de Abril de 1993, Mailen tenía un día común y corriente, como el de todos. Su madre, Amanda, la noche anterior le había contado la caperucita roja ya que era su cuento favorito y a Mailen le encantaba decir el final. 

Este jueves Mailen había tenido el mismo desayuno que tenía todos los días: un vaso de leche y cereal sabor fresa. Su madre siempre se lo entregaba con mucho amor ya que era su primera y única hija. Luego, Mailen con su vestido color vainilla se dirigía a su nido que se encontraba a 5 cuadras de su casa. 

Lamentablemente, ese día, su compañera, Noemí tuvo una mala actitud. Al parecer ella no toleraba que sus amigas consideraran a Mailen una gran niña. Así que ella decidió que lo mejor que podía hacer (para que Mailen aprenda) era empujarla hacía un charco que estaba en el patio de juegos externo. Mailen cayó y solo dijo: No eres la primera que hace esto pero sí la última.

Mailen, solo tenía 6 años y era una niña muy madura e increíble. Un poco introvertida, no consideraba a nadie su amiga y solo sentía una pequeña conexión con su madre. Ella pensaba que todas las personas eran falsas y no merecían relacionarse con ella.

Regresó a su casa, almorzó, hizo tareas y llego la noche. Ella se encontraba en su cuarto viendo su dibujo animado favorito, su madre estaba planchando la ropa del día siguiente y estaba muy agotada por el trabajo del hogar de ese día. (Era una madre muy dedicada a su familia a pesar de su problema).

Siendo de noche llegó su padre, Damián, con una furia contenida que desbordaba por sus ojos, sus venas estaban muy marcadas, tenía el cuerpo rígido. Se podía cortar el aire cuando él entró en la habitación. Mailen empezó a escuchar ruidos y parecía que sus padres estaban discutiendo en la lavandería. Ella no podía entender muy bien que se decía, solo llegó a escuchar esta frase de su padre: No vamos a seguir con nuestra vida como la conocemos hasta ahora.

(Esta frase marcó la infancia de Mailen)

La madre huyó. 

Mailen pensó en ese momento que ella se había ido a comprar algo para la casa o para su padre pero no era eso precisamente. El padre que estaba demente por cosas que le habían ocurrido, decidió entrar al cuarto de Mailen. La observó y dijo:

- Eres una hermosa niña, igual que tu madre, tierna pero estúpida sin hablar, sin relacionarte con los demás, ¿Será que nunca serás normal?

Él estaba totalmente loco y decidió golpearla, Mailen cayó del lado derecho de su cama y no reaccionaba, no lloró, no gritó. Esto enfureció más a su padre.

Él se deslizo suavemente por el cuarto, oliendo el aroma del perfume de su hija, la miro a los ojos, se bajó el pantalón y cometió el acto más impuro que una persona puede hacer en todo el mundo.

Terminó y dijo: 

- Ojalá aprendas.

Esa noche su padre durmió solo y se sentía la basura más pestilente del basural limeño.

Se levantó la mañana siguiente y fue a una juguetería, vio esta muñeca, con un vestido color vainilla, se parecía a su hija. La compró. 

Regresó a su casa y le dio la muñeca. La muñeca que ahora Mailen no quiere.

A pesar de todo, ella se pregunta que le habrá sucedido a su padre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario